Cuando hablamos de ácidos lo más seguro es que se nos venga a la mente muchos, y es que mencionar sólo uno puede resultar un poco complicado, puesto que existen una gran cantidad; unos más peligrosos que otros, pero todos sumamente importantes.
Entre estos que resultan peligrosos no podemos dejar de mencionar al ácido perclórico, ya que es considerado, sin duda alguna, como uno de los ácidos más fuertes y corrosivos que existen. Es utilizado para múltiples fines, pero debe ser empleado con mucho cuidado para evitar posibles inconvenientes; por tal razón es fundamental conocer más sobre él.
¿Qué es el ácido perclórico?
El ácido perclórico es un líquido volátil e incoloro que presenta la fórmula química HCIO4. Es considerado como uno de los ácidos minerales más fuertes que existen, por eso su uso tiende a ser muy limitado; mayormente lo utilizan en los laboratorios por ser un poderoso agente oxidante.
Este ácido tan potente surge de la unión de la oxidación del óxido perclórico o también llamado anhídrido perclórico, con el H2O. Es un ácido fuerte, estable en solución y presenta un alto punto de ebullición, además se caracteriza por ser monobásico y tener relativamente pocas sales insolubles.
Sus características como un agente oxidante se deben principalmente a que contiene el átomo de cloro a un nivel de oxidación +7. Por el proceso de oxidación que sufre de la mezcla del óxido perclórico con agua, se generan algunos ésteres conocidos como percloratos.
¿Qué se entiende por percloratos?
Los percloratos son componentes químicos reactivos que gracias a sus propiedades se utilizan para diversos fines; especialmente para la creación de pirotecnias, explosivos y combustibles para cohetes.
Ácido perclórico: ¿Corrosivo y explosivo?
El ácido perclórico es relativamente seguro si se trabaja en solución acuosa a temperatura ambiente, pero si se produce un calentamiento del mismo a cualquier concentración, conduciría a unas condiciones oxidantes muy potentes y, por ende, a un riesgo de explosión.
Por otra parte, es importante hacer mención que en concentraciones superiores al 72%, el ácido perclórico es peligrosamente corrosivo. Incluso, si llega a entrar en contacto con algún material orgánico o combustible puede ocasionar explosiones.
Por tal razón, cuando es posible, algunas personas tienden a sustituir el ácido perclórico por otro material menos peligroso.
Además, el ácido perclórico no debe ser ingerido por ningún motivo, ya que ocasionaría quemaduras en el área digestiva y en el tracto respiratorio, asimismo el exterior del cuerpo tampoco debería estar en contacto con este ácido, puesto que podría causar quemaduras en los ojos y en la piel; es por ello que debe ser manipulado con mucho cuidado y tomar en cuenta ciertas medidas de prevención.
Formas de almacenamiento
Al ser un ácido altamente fuerte y explosivo, es importante hacer un uso adecuado de él y almacenarlo apropiadamente, para evitar posibles inconvenientes. Por tal razón se recomienda seguir las siguientes indicaciones:
Almacenarlo en un recipiente de vidrio
Se recomienda almacenar el ácido perclórico en su botella de vidrio original e inspeccionarla siempre, en caso de no poseer el recipiente original se puede utilizar otros de vidrio, porcelana, cerámica u otro material no absorbente.
Mantenerlo alejado de otros químicos
Es importante mantener el ácido lejos de químicos orgánicos y reductores como el alcohol, glicerol e hipofosfitos. Además, es importante que se almacene únicamente la cantidad necesaria, y no dejarlo durante un largo periodo de tiempo.
Desecharlo en caso de notar la presencia de decoloraciones
Por otra parte, si se observa alguna decoloración en la solución de ácido perclórico, se debe desechar inmediatamente, ya que esto indica que el ácido ha empezado a descomponerse. Así como también la presencia de una acumulación de un sólido blanco, específicamente alrededor del cuello de la botella; este solido es la sal del ácido perclórico, la cual es sensible a golpes y altamente reactiva.